|  |  | ESPUÉS DE TANTOS AÑOS
						HA LLEGADO LA HORA DE MARCHAR... 
 Para alegría de casi todos y pena de muy poquitos, irremediablemente,
						el curso se acaba. Pero este año es más especial que otro porque nosotros...
						¡NOS VAMOS!
 
 Después de mucho tiempo dejamos el instituto... ¡Siiii...! Al final
						lo hemos conseguido, salimos de aquí dispuestos a..., a... ¿a que?
 Porque no todos tienen claro qué van a hacer cuando se marchen. Módulos
						y bachilleratos son las opciones que mas se oyen, aunque “ponerse a trabajar” ha
						sido también comentado. Pero yo no os quiero aburrir con los problemas que
						representa nuestro futuro, que por ahora es bastante incierto, yo os quiero hablar
						del pasado
 
							¿Os acordáis de cuando
						estábamos en el colegio y nos trajeron por primera vez a ver el instituto...?
						Algunos hasta se asombraron de ver en el aula de música un piano y una batería...
						¡Oye! ¡Que eso en el colegio no lo teníamos! Todo nos parecía
						raro y mucho más “guay” que el colegio. Pero se empezaba a notar un cierto
						miedo en nosotros... El miedo que tuvimos algunos esperando a que las listas salieran
						para saber en qué clase nos había tocado, o si nos habían separado
						de nuestros compañeros y amigos de toda la vida. Unos tuvieron suerte y fueron
						todos juntos, ¿os acordáis de 1º A?, y a otros nos dividieron
						en dos clases, B y C. El año fue pasando mientras todos sufríamos las
						consecuencias de ser los novatos. Empezaron los piques con otras clases y los adueñamientos
						de “nuestro territorio”. Éramos los más pequeños y en solo unos
						meses nos hicimos con el control. Creo que nos llegaron a llamar “la peor clase de
						este instituto...” El curso acabó y otro año llegó. Entramos
						en segundo con un tutor distinto, era una persona muy... emm... rara. La llamábamos
						“la hierbas” ¿Os acordáis? En primero habíamos tenido un tutor
						muy especial y este mismo nos echó una mano en segundo. Nuevas caras, amigos
						y un año mayores. Los primeros castigos por pintar en un tablón, el
						mismo que tenemos ahora en clase, peleas, broncas, risas, canciones. ¡Siiii!,
						canciones, eso va por “algunos”. Segundo fue quizás un año duro, todo
						lo que aprendíamos era nuevo y fue el primer año que fuimos a clase
						con gente que había repetido. La verdad es que no me acuerdo de más,
						salvo que estábamos en la misma clase que estamos ahora. El verano llego y
						se fue, pasamos con éxito, algunos, los exámenes de septiembre y subimos
						un escalón... bueno, ¡un piso! Por fin nos tocó subir a la planta
						de arriba. El día que llegamos y vimos a Pablo entrar en clase empezamos a
						gritar ¡Siiiii...! Y el fue nuestro tutor durante tercero, un curso muy especial
						porque tuvimos nuevas asignaturas como Física y Química y sus tan odiados
						y temidos moles. También había gente que había repetido y todos
						eran muy simpáticos, nos llevábamos muy bien. En este curso vale la
						pena recordar trastadas que hicimos como lo de las mesas en clase de Inglés,
						y que se den por aludidas las que quieran, un petardo en el baño, un póster
						muy especial ¿Os suena chicos...?, compañeros que se fueron sin acabar
						el curso, el famoso “carpe diem” que a algunos les dio muy fuerte, bolis, estuches
						y cuadernos que desaparecían cada dos por tres, notitas que volaban y profes
						que las pillaban. Al final del año una nota triste; Pablo se fue, pero antes
						le preparamos una sorpresa y al final fue él quien acabo sorprendiéndonos
						con una minifiesta en la que al ritmo de “Me voy” de Julieta Venegas no paró
						de sonar. Muchos acabamos llorando, hasta el propio Pablo que prometió que
						no lo haría. También se fueron compañeros, algunos repitieron
						curso y otros se marcharon del instituto, e incluso profesores como Ana y Claire.
						Otra vez el verano, los exámenes, solo para una pequeña parte de la
						clase, y al final en cuarto. Un curso muy especial para todos, quizás por
						ser los mayores o por el viaje a Italia. Un tutor diferente y muchos profesores nuevos.
						También mas compañeros que repetían curso y nos juntamos con
						los de diversificación. En este curso nos separaron en dos clases: fáciles
						y difíciles. En las fáciles damos: Matemáticas A, Tecnología
						y Plástica.
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 En las difíciles dais: Matemáticas B, Biología, Física
						y Química. Aun así estando en ultimo curso “algunos” siguen comportandose
						como niños: Corriendo por los pasillos, pegándose unas leches de espanto,
						que aún no sé cómo no se matan un día, poniendo graffitis
						por las paredes y en los bordes del tablón, escondiendo una cucaracha en un
						mapa, cantando en cuanto tienen ocasión ya sea en clase o en los 5 minutos,
						haciendo torres de sillas y encerrando a la gente dentro de clase, no dejar salir
						a los de otras cuando tienen que irse, tirando tizas, poniéndonos “etiquetas”
						de borrador por la ropa, echando un litro de colonia para que luego no haya quien
						entre... En fin... ¡Cosas de niños!
 Este año, aparte de trastadas, también hemos trabajado un montón.
						Para costearnos el viaje a Italia hemos vendido colonia, dos tipos de papeletas,
						platos, botes y bandejas hechas por nosotros mismos, gastamos muchas tardes currando
						en todo esto y al final valió la pena ¡Conseguimos lo suficiente y mucho
						más! Al final llegaron nuestras amigas de Italia y fue toda una experiencia
						maravillosa. Los siete días se nos fueron volando y a partir de ahí
						esperamos ansiosos el momento de ir nosotros. Conseguimos con mucho esfuerzo no tener
						que dar clase los últimos días, porque era casi imposible y teníamos
						la cabeza en otra parte. En Italia lo pasamos muy bien, nos llevamos el recuerdo
						de Venecia y otras maravillas. Luego volvimos y es donde estamos ahora a punto de
						acabar para irnos. Como despedida, aquí os pongo unos recuerdos de mis compañeros,
						de todo lo que han pasado y vivido en estos años...
 
 [1] Mi experiencia durante estos cuatro años ha sido muy buena. Este tiempo
						he estado con todos mis amigos y he tenido muchos tutores pero en especial le cogí
						mucho cariño a Pablo. Me dio mucha pena cuando se fue. También le hemos
						cogido mucho cariño a Javier el de Sociales ¡es la “hostia”
 Tengo muy buenos recuerdos del viaje a Italia que fue una experiencia increíble
						que nunca olvidare. También echaremos de menos a Rosa y a sus Fandangos...
 Y espero que los años que nos queden por estudiar sean igual de buenos que
						estos...
 
 [2] Durante estos años he conocido a mucha gente nueva y muy maja. También
						he tenido profesores muy simpáticos y me he reído mucho con ellos,
						como cuando el profe de sociales nos enseño un cuadro en el que un señor
						se llevaba España debajo del brazo. Je je je!
 Además he participado en actividades muy “guays” como las semanas culturales,
						excursiones de fin de semana, el intercambio... Son cosas que no se hacen en todos
						los institutos. En fin, en los cuatro años que llevo en este instituto me
						lo he pasado muy bien.
 
 [3] Mi experiencia ha sido bastante buena menos por las notas, ya que soy muy mala
						estudiante. Me he divertido mucho con mis compañeros de clase y en cuanto
						a los profes hay de todo, pero no son tan malos, ¡Je je je...! Hay algunos
						serios, otros más alegres, son muy variados. Al igual que los alumnos, que
						también hay de todo. Me gusta mucho este instituto porque nos conocemos todos.
						Lo único que no me gusta de aquí son los castigos colectivos, porque
						a veces son castigados injustamente unos por otros u otros por unos. Pero al final
						me llevo de recuerdo a toda la gente que he conocido y me da mucha pena dejarlos
						después de cuatro años juntos.
 
 [4] Estos 4 años para mí han sido inolvidables. Guardo muchos recuerdos
						de mi tiempo en este instituto, en especial uno muy bonito de nuestro profesor por
						3 años y tutor durante dos. Por supuesto un amigo para siempre. En tercero
						nos dio mucha pena que se fuera y cuando hicimos la despedida ¡Lloramos todos!
						¡Je je je!. Todos los profesores, en general han sido muy comprensivos con
						nosotros a pesar del comportamiento que hemos tenido... ¡Je je je!. Nuestra
						clase ha sido siempre un poco “rebelde” pero en el fondo somos buenas personas. También
						voy a echar de menos los buenos ratos que he pasado con Rosa, lo profesora de Ingles,
						una persona que espero no olvidar nunca, es muy simpática.
 En conclusión este tiempo en el instituto “Quercus” del Encinar ha sido genial.
						Y nunca lo olvidaré.
 
 ...Y después de esto no me queda nada más que decir. Supongo que aunque
						mucha gente tenga ya ganas de “largarse” de aquí, en el fondo recordarán
						algo de lo que hemos pasado juntos. Y por mi parte, repito, nada mas que decir salvo
						que espero que este artículo os guste y que va dedicado a todos los que un
						día fueron buenos con nosotros.
 Esto es el final ¿Lo sabéis verdad? Hemos tenido mucho tiempo y “algunos”
						hemos madurado y crecido en todos los sentidos aquí dentro. Ahora ya está.
						Se separan los caminos pero ¿quién sabe si algún día
						nos volveremos a juntar? Espero sinceramente que sí y que cuando nos encontremos
						de mayores tengamos el orgullo de saber que somos lo que somos por lo que hemos vivido
						juntos. No lo olvidemos nunca.
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