|  |  | SALVADO POR UNA MODA, LA MODA DEL PELO
						ROJO 
 
 
 Hola me llamo Kevin, soy pelirrojo y con muchas pecas. Sufro buling por mi
						aspecto, cuando voy por los pasillos me tiran libros, estuches y demás. Os
						voy a contar mi historia.
 
 Mi padre se murió cuando tenía ocho años y mi madre no quería
						quedarse en el pueblo, porque todo le recordaba a él. Pasó el tiempo
						y nos mudamos a la ciudad. Yo no hice amigos porque me cuesta socializarme mucho.
						En septiembre cuando empezó el instituto, los niños no querían
						sentarse conmigo y me llamanban bicho, zanahoria y marciano solamente porque soy
						pelirrojo.
 
 Después de dos años sufriendo amenazas, insultos y palizas me teñí
						el pelo para acabar con todo el problema, probé con todo: gorras, gorros,
						etc. Pero para ellos no bastaba. Yo no le conté nada a mi madre por no preocuparla
						ya que estaba todo el día trabajando para cuidarme y sacarme adelante.
 
 Un día como otro cualquiera, a la salida del instituto me pegaron una paliza
						y me tuvieron que ingresar. Al despertarme vi a mi madre llorando y hablando sola
						dentro de un delirio del que no podía salir. Cuando me recuperé de
						aquella paliza casi mortal, fui al instituto armado de valor dispuesto a todo. Se
						quedó en el intento porque seguían amenazándome y me orinaron
						en la mochila. Cogí un buen cabreo y bajé a dirección para hablar
						con el director y tratar de poner remedio a esa situación. El Director no
						me pudo atender en ese momento y aplazó la cita para el día siguiente.
						Cuando iba a clase, una chica bajita y muy guapa me habló y me dijo que le
						daba pena y que me admiraba.
 
 Al acabar las clases, me fui rápidamente a casa. No podía parar de
						pensar en esa chica. Al día siguiente, al salir de casa, suspiré profundamente.
						No me preguntes por qué, porque no lo sé.
 
 En los primeros cinco minutos me encontré a mis agresores armados con rollos
						de papel higiénico. Me envolvieron hasta que me dejaron inmovilizado, y cuando
						tocó el timbre para volver a clase se fueron y me dejaron tirado en medio
						del baño. Estuve toda la hora ahí tirado.
 
 Aquella chica me vio cuando estaba la puerta abierta y me quitó todo el papel.
						Salió corriendo y gritando como una histérica, se dirigió al
						pasillo prohibido y se encontró de frente a mis agresores, les llamo bestias,
						monstruos, animales y envidiosos. Al día siguiente se tiñó el
						pelo de rojo, al igual que sus amigas y los novios de sus amigas. Al cabo de una
						semana, medio instituto tenía el pelo rojo.
 
 Esa chica ahora es mi mejor amiga y gracias a ella acabé con esa horrible
						pesadilla.
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